Las personas suelen creer que deben ir al psicólogo solo cuando se está mal o se tiene un problema que resolver. Efectivamente, ese es nuestro cometido, o más bien el cometido de la psicoterapia, tener una conversación que te ayude a cambiar y encontrarte como te apetece estar: en paz contigo mismo.
Aun así, creo que coincidirás conmigo en que la unión de conceptos “problema” y “psicólogo” ya se ha quedado un poco arcaica. Muchas personas deciden venir a terapia para mejorar como seres humanos, no por que tengan algo concreto que resolver, si no por que quieren llegar un paso más allá en su autoconocimiento, en su trabajo o en el desarrollo de sus ideas.
Con este servicio, me gustaría acompañarte en este tipo de procesos más creativos, donde poder indagar en cual es tu sentido vital, para poner las máquinas a trabajar a pleno rendimiento. Por que para gestionar tu propio talento, no basta solo con poseerlo, si no que hay que aprender de todos los constructos que lo conforman: creatividad, liderazgo, sentido vital, gestión emocional, aprendizaje, cultura…
¿Le damos una vuelta a esa idea que lleva atascada tanto tiempo?